EMPEZÓ COMO CANDIDATO, TERMINÓ COMO CAMPEÓN
Pocas
veces un equipo sostiene una candidatura a ganar un torneo de principio
a fin como Sporting, en el recientemente finalizado torneo Apertura
de la Liga del Sur. Los rojinegros perdieron, en el cierre de la temporada
pasada, la posibilidad de ser campeones, cuando Villa Mitre, con holgura,
se impuso en la final del certamen Clausura 2017 y se quedó con
ese torneo. Esa derrota dejó a la gente del elenco puntaltense,
dirigentes, jugadores y simpatizantes, con la sangre en el ojo y con
mucha sed de revancha. Y fueron por ella.
Con mucho criterio, la dirigencia rojinegra decidió mantener
la base del equipo del año pasado, que tan buena campaña
había realizado, y sostener el cuerpo técnico. Reforzó
en los puestos que necesitaba, armó banco, que le faltó
en el torneo anterior y se constituyó, en esta temporada, en
el gran candidato.
Iniciado el certamen 2018, el equipo de la casaca "sangre y luto"
sostuvo esa candidatura con buenos argumentos. Su rendimiento fue de
menor a mayor, apareció como un equipo sólido, dinámico,
con mucho gol y su campaña fue pareja y con resultados positivos
desde el inicio, a tal punto que desde las primeras fechas se instaló
en la punta y nunca más la largó.
Salvó aquella derrota en cancha de Tiro Federal, cuando la competencia
entraba en su recta final, que despertó algunas dudas internas,
que se manifestaron en un par de resultados, como la victoria sobre
la hora ante Libertad o la derrota ante Bella Vista, no pasó
sobresaltos. Sólo un sofocón. Iniciados los play off,
el equipo retomó su rumbo y recuperó la solidez que había
exhibido en la mayor parte del torneo.
Con dos delanteros de excelente nivel, que se complementaron a la perfección,
y una cuota de gol muy importante (Rosas y Sabatini anotaron 20 de los
32 goles que convirtió el equipo en el certamen), dos carrileros
bien verticales como Burgos y Cuitiño, el mejor volante central
del torneo. Marcelo Castellano, que retornó al fútbol
de la Liga para ser campeón y anotó cuatro goles, un "diez"
con experiencia y buen pie como Linares, dos laterales con muy buena
proyección como Menéndez y Pacheco, dos zagueros con oficio
y envergadura física como Matías López y Walker
y un excelente arquero como "Nacho" Torres, que cada vez que
lo necesitaron, respondió con acierto. Más todo los que
le aportaron Otero, Rivarola, Romero y compañía, que saltaron
desde el banco para cubrir puestos y siempre respondieron en momentos
complicados. Si a eso le sumamos un entrenador como Emiliano Ortíz,
"laburador" y conocedor del tema, el combo cerró perfecto.
Sporting no dejó dudas, pero no sólo en el cotejo final,
sino en todo el torneo. Fue el mejor de todos. El mas completo, el de
mejores números, el que resolvió los partidos con mayor
holgura y el que siempre dio la sensación de estar un escalón
más arriba que el resto. Por eso el festejo final no admite discusiones.
Un párrafo aparte para su gente, que necesitada de una alegría
que se venía negando desde hace 16 años, acompañó
siempre, dejando recaudaciones importantes, colmando no sólo
su tribuna de la visera, sino también le enorme tribuna de enfrente
que dejaban vacante los visitantes. El marco de la final fue conmovedor,
su gente llenó su estadio como pocos pueden hacerlo.
La última línea para el último rival del campeón,
Tiro Federal. Un juvenil equipo aurivioleta sapientemente conducido
por Pablo Recalde, que armó un "campañón"
y con muy poco y hizo mucho, y fue un digno y legítimo subcampeón.
Que a la inversa de Sporting, inició el torneo no siendo candidato
de nada y con el correr de las fechas se transformó en el equipo
revelación.
El Apertura ya tiene su merecido Campeón. Arrancará el
Clausura, con esperanzas renovadas e ilusiones varias, y con dos equipos,
Sporting y Tiro Federal, que si repiten lo hecho, seguramente volverán
a ser protagonistas.